Dormir bien no es solo una necesidad física. Es una función neurológica y emocional que nos ayuda a procesar información, regular emociones y restaurar energía.
¿Cómo afecta la ansiedad al sueño?
– Aumenta el cortisol y la activación fisiológica.
– Genera pensamientos rumiantes que impiden desconectar.
– Se genera miedo a no dormir, que empeora la situación.
Estrategias desde la psicología
1. Higiene del sueño: Horarios regulares, evitar pantallas, entorno relajado.
2. Preparación emocional: Evitar temas intensos antes de dormir, ritual de desconexión.
3. Respiración y mindfulness: Técnicas para bajar la activación del sistema nervioso.
4. Trabajo con creencias: “Si no duermo hoy, todo irá mal” → reformular.
5. Identificar raíces emocionales: Ansiedad no resuelta, trauma, exigencia.
El papel de la terapia
Si llevas semanas o meses sin dormir bien (con insomnio), es importante intervenir. No se trata solo de dormir más, sino de dormir mejor. Trabajamos juntos/a para identificar qué lo está provocando y cómo transformarlo.
Conclusión
Dormir bien, es una terapia silenciosa. Es autocuidado profundo. Y muchas veces, lo que necesitas para volver a descansar no es una pastilla, sino comprender lo que te está quitando la calma.
Click aquí para acceder al artículo «Los beneficios de dormir»
También os dejo el IG de Optimo Nivel donde hablo de temas relacionados con el descanso y otros muy interesantes para optimizar tu cuerpo
