
Quiero contarte un poco sobre mí. Nací en una familia de psicólogos y psicoanalistas argentinos, y crecí rodeada de conversaciones sobre casos clínicos y reflexiones profundas que marcaron mi manera de entender el mundo y de relacionarme con los demás. Ese entorno despertó en mí una vocación que hoy ejerzo con pasión: soy Psicóloga Sanitaria Colegiada y Coach Certificada.
Acompaño a personas que atraviesan crisis de pareja o que, desde la soledad, desean construir una relación de pareja sólida y significativa. También soy perito psicóloga judicial y mediadora familiar. En cada proceso terapéutico me involucro con compromiso, cercanía y autenticidad, creando un espacio seguro donde la persona puede sentirse escuchada y comprendida.
Creo firmemente que toda crisis personal es una oportunidad de transformación.


Sé lo que es atravesar momentos en los que parece no haber salida.
También sé que, incluso en los días más oscuros, dentro de cada persona hay una fuerza que aunque a veces parezca escondida, nunca desaparece. Gracias a mi propio camino, pude encontrarla.
Hoy acompaño a mis pacientes con la certeza de que ellos también tienen dentro esa misma capacidad de renacer. Porque toda historia de superación comienza cuando decidimos creer en la fuerza que aún no hemos descubierto.



El vínculo terapéutico es mucho más que un encuentro.
Es un espacio de confianza donde la sanación comienza. Un profesional puede contar con muchas herramientas, pero sin un lazo humano auténtico, el verdadero cambio no ocurre.
Creo en el poder de una relación que abraza, que sostiene y que da permiso para ser. Desde ese lugar de conexión genuina, todo proceso de transformación se vuelve posible.

Las crisis de pareja nos invitan a detenernos, revisar acuerdos y crecer.
Son oportunidades para construir vínculos más conscientes y alineados con nuestro propio proceso de cambio. Pero no siempre el camino continúa siendo compartido.
A veces, el acto más valiente y amoroso es soltar. Reconocerlo no es un fracaso, sino una forma de honrar lo vivido y abrirse a nuevas posibilidades de crecimiento, respeto y bienestar, tanto individual como mutuo.

Mi objetivo es seguir formándome de manera continua y enriquecer mi práctica con nuevas herramientas y experiencia. Quiero ofrecer siempre una atención actualizada, sensible y adaptada a las necesidades de cada persona.
Me comprometo a acompañar a mis pacientes desde el respeto, sin juicios, validando sus emociones y necesidades. Trabajo para ser una presencia segura y confiable, garantizando que nunca se sientan solos en su proceso.
Combino formación constante, experiencia y compromiso genuino para ofrecer un acompañamiento claro, personalizado y efectivo, impulsando cambios reales y duraderos en el bienestar de cada paciente