Chico comiéndose la cabeza de pensar

¿Y si pensar demasiado es lo que te bloquea?

¿Tu mente no para ni un segundo? El pensar demasiado (sobrepensamiento) es más común de lo que imaginas y puede estar drenando tu energía emocional. En este post te cuento cómo identificarlo, entenderlo y liberarte.

El sobrepensamiento desgasta, agota y paraliza. Puede parecer que pensar mucho es ser responsable o previsor, pero muchas veces es una trampa mental.

Son pensamientos repetitivos, rumiantes y poco resolutivos que invaden la mente. Suele estar ligado a ansiedad, trauma, inseguridad o experiencias pasadas no procesadas.

– Fatiga mental constante.

– Dificultad para dormir o descansar.

– Decisiones bloqueadas.

– Aumento del autojuicio y sensación de insatisfacción crónica.

1. Cuestionamiento cognitivo: ¿Esto es un hecho o una interpretación emocional?

2. Ventana temporal de pensamiento: Limita el tiempo que permites pensar en un tema.

3. Anclajes al presente: Caminar, escribir, técnicas de respiración.

4. EMDR y terapia emocional: Para trabajar la raíz del trauma y las creencias asociadas.

El pensar demasiado impide vivir el presente. Nos encierra en lo que “podría pasar” o lo que “ya pasó”. Y muchas veces, el silencio interno necesita acompañamiento terapéutico.

No siempre necesitas más respuestas. A veces, lo que necesitas es espacio. Espacio mental, emocional y corporal para poder vivir. Si piensas demasiado, no estás solo/a. Se puede aprender a pensar mejor, no más.